Denominacion(es) de la fábrica

Fábrica Certificado Dirección Provincia Años Marcas
La Hija del Toro   Cangallo 360 (numeración pevia a 1887) Cangallo 932/936 - Castelli 241(factory) - Suipacha 166 (deposit) Uspallata 1112 (CAT) Capital 1856-1910 América tabaco, Amor, Argentinos, Blanco y Negro, Brasil, Cabeza de León, Cívicos, Diamante, Ejército Argentino, El Gaucho, El Paisano, Guardias Nacionales, Imperio, La Buenos Aires, La Catedral, La Hija del Toro, La Hija del Toro, León, Los Míos, Moreno, Napoleón tabaco, Ninfa, Porteños, Reloj, Reina Hortensia, San Martín, Sol, Unión, Unitarios


Historia

La Hija del Toro, de José María León

En 1856 uno de los pioneros en la industria del tabaco en la Argentina, el inmigrante español José María León, fundó su cigarrería llamada La Hija del Toro en la calle Cangallo 274 (actual J. D. Perón) de la capital. En ese entonces ya había 36 cigarrerías en la ciudad, aunque la mayoría eran pequeñas manufacturas y talleres mayormente artesanales.

Recordamos que en 1843 Miguel Gómez y Cía. establecen la Cigarrería del Toro, la primera fábrica de cigarrillos sobre la que se tienen noticias. Esta casa se muda sucesivas veces y pasa por varios dueños, hasta que 1878 es comprada por Steenken

Hermanos y se establece en la calle Moreno 165/171 como ''Cigarrería del Toro, Casa Introductora y Fabricante de cigarros y cigarrillos'' '. En 1895 la Cigarrería del Toro es una de las tabacaleras más importantes de Buenos Aires, ya establecida como Adolfo Steenken & Cía. en la calle Victoria 556. La fábrica se disuelve en 1900 y vende su marca de cigarrillos LANCERO ARGENTINO a J. M. Busto & Cía., y las de tabaco TORO, LOS FLUMINENSES, CAPORAL DEL TORO y EL TORO, a La Hija del Toro, de José León & Cía., su competidora de parecido nombre.

En todas las marquillas de LA HIJA DEL TORO se destaca la presencia de rostros femeninos con adornos muy elaborados y complejos, especialmente de flores, plantas, aves y otros animales. Sin embargo, a diferencia de los productos de otras empresas, las etiquetas de LA HIJA DEL TORO no consistían en un diseño fijo con una ventana en la que se insertaba una serie variable de imágenes, sino que cada marquilla era única y bien distinta de las demás. Hasta la tipografía con el nombre de la marca y la fábrica se iba variando de paquete en paquete. Lo único que se conservaba casi inalterable, era el logotipo que identificaba a la empresa, consistente en dos leones rodeando y sosteniendo un escudo de armas en el que aparece dibujado un toro, y sobre éste la parte superior del cuerpo de una mujer (probablemente simbolizando a su hija) con algunas ramas de olivo en sus manos y una corona en su cabeza.

Los paquetes de LA HIJA DEL TORO eran del tipo redondo, en lugar de la carterita rectangular. Esta forma de presentar los cigarrillos fue la primera en ser utilizada por las fábricas que elaboraban tabaco. Usualmente se envolvían los cigarrillos con un papel formando un cilindro, que se cerraba en los extremos. El atado luego era cubierto por la etiqueta que se pegaba en un costado y, finalmente, se colocaba la estampilla fiscal de modo que se rompiera al abrir el paquete. En esos años todavía no existía el papel de aluminio, ni el celofán que se usa actualmente para preservar el sabor del tabaco.

NINFA era otra de las marcas de cigarrillos elaborada por La Hija del Toro, de José

León y Cía. Al igual que los Negros Especiales de LA HIJA DEL TORO, esta marca también era del segmento económico de 10 centavos y contenía 14 cigarrillos en un paquete con formato de carterita.

La infaltable presencia femenina decoraba todas sus caras junto con adornos de flores, plantas y animales. La impresión era realizada en los talleres de la Compañía General de Fósforos. Además de esta imprenta, la fábrica de José León utilizaba los servicios del establecimiento gráfico de Günche, Wiebeck y Turtl, uno de los más reconocidos de la época, para imprimir algunas de las marquillas de LA HIJA DEL TORO.

Hacia fines del siglo XIX las oficinas de La Hija del Toro ya se habían mudado unas pocas cuadras al oeste, de Cangallo 274 a Cangallo 932, y la elaboración se realizaba en los antiguos talleres de la calle Castelli de la Fábrica Nacional de Tabacos El Telégrafo, la misma empresa que había vendido a Malagrida su razón comercial y sus marcas más importantes.

Para entonces su fundador original ya había fallecido, pero sus familiares continuaron con la empresa y La Hija del Toro se transformó en una de las fábricas más importantes del país. El establecimiento ocupaba 284 empleados y era uno de los mayores productores, no sólo de cigarrillos, sino también de tabaco, cigarros, fósforos, boquillas, pitos, tabaqueras, etc., además de atender la venta minorista incluyendo la importación de cigarros del Monopolio Italiano.

En junio de 1908 la fábrica sufrió un voraz incendio que destruyó casi totalmente el antiguo edificio de Castelli 241, ubicado en el barrio porteño de Once en la manzana delimitada por las calles Castelli, Cangallo (actual Perón), Cuyo (actual Sarmiento) y Paso. Según la crónica periodística el incendio se debió ''al descuido de un operario que arrojó una colilla encendida o un fósforo sobre un paquete de cartones''. Las pérdidas fueron muy grandes superando los $100.000, pero la fábrica siguió funcionando gracias a que estaba asegurada en una suma considerablemente mayor.

Los cigarrillos AMOR también eran elaborados por la tabacalera La Hija del Toro, de José León y Cía. Los paquetes de AMOR venían en carteritas de 14 cigarrillos, aunque el formato de la marquilla desarmada era alargado en lugar del más común, que era casi cuadrado. Las etiquetas tienen una cara frontal con un dibujo único, que reproduce una escena de Adán y Eva en el paraíso, y un diseño variable de la cara posterior en el que cambia la leyenda y la ilustración. Las dos marquillas que se presentan evocan al ''Amor de madre y al ''Instinto de la maternidad''. En las caras internas de la etiqueta aparecen el logotipo de la empresa y los datos del fabricante. Al igual que los demás diseños de las marcas de la empresa de José León, este tiene una decoración muy trabajada con la abundante presencia de coloridas flores y elaboradas guardas.

Si bien la manufactura La Hija del Toro se especializaba en cigarrillos de tabaco negro, también elaboraba varias marcas con tabaco colorado. Nombres como LEÓN (de 30 centavos), LOS MÍOS, BLANCO Y NEGRO, ARGENTINOS, PORTEÑOS, EJÉRCITO ARGENTINO (de 10 centavos) y GUARDIAS NACIONALES destacan en el rubro de cigarrillo, TORO, NAPOLEÓN, LEÓN, AMÉRICA, CAPORAL, EXTRA, CORRIENTE, BAHÍA, VIRGINIA, ALEMÁN estaban entre los distintos tipos de tabacos también producidos por esta empresa, aunque seguramente tuvieron mucha menos venta que LA HIJA DEL TORO, marca emblemática y más acreditada de la fábrica de José León.

De todas las marcas comerciales de esta tabacalera la que más tiempo logró perdurar fue BRASIL LA HIJA DEL TORO, que con el tiempo pasó a denominarse BRASIL EXTRA, y fue elaborada por la S.A. Manufactura de Tabacos Piccardo y Cía. en paquetes de 20 cigarrillos sin filtro hasta principios de la década de 1970.


Datos Adicionales

La fábrica fue comprada por la CAT en 1911 y luego pasó a manos de Piccardo en 1919.

Léon y Ejército Argentino son de la publicidad de El Tabaco de 1918


Fotos